De paisajes nocturnos al dinamismo del Pádel🎾📸

Desde siempre, la fotografía ha sido mi ventana al mundo, permitiéndome capturar y compartir instantes efímeros que se congelan en el tiempo.

Mi pasión siempre ha girado en torno a la misteriosa belleza de la fotografía nocturna y la majestuosidad de los paisajes. Pero, como en todo arte, la comodidad puede ser el enemigo del crecimiento.

Así que, cuando se me presentó la oportunidad de cubrir un campeonato de pádel, supe que estaba ante un desafío completamente nuevo.

Confieso que al principio sentí cierta inseguridad. El mundo del deporte es dinámico, rápido y absolutamente impredecible.

A diferencia de mis noches tranquilas esperando la luz perfecta o encontrando el ángulo correcto de un paisaje, el pádel se mueve a un ritmo vertiginoso.

Me encontré investigando técnicas que nunca había usado: ¿Qué plano resalta mejor la acción? ¿Cómo lograr que la figura del jugador se vea nítida mientras la pelota muestre con el efecto de movimiento?

Además, la iluminación se convirtió en mi nuevo rompecabezas. Siempre había controlado mi entorno con largas exposiciones y tripodes. Ahora tenía que pensar en cómo usar la luz natural y artificial a mi favor, considerando sombras y reflejos en tiempo real.

Tras mucha experimentación, ajustes rápidos y, lo admito, algunas fotos que preferiría olvidar, encontré un equilibrio. Logré congelar a los jugadores en pleno esfuerzo, mientras la pelota, con su borroso trazo, aportaba la sensación de rapidez y movimiento que buscaba.

Finalmente, pude entender la esencia del deporte y cómo plasmarlo en imágenes. Me alegra poder decir que esta experiencia no solo me ayudó a obtener algunas de mis mejores fotos, sino que también amplió mis horizontes como fotógrafo.

En la fotografía, como en la vida, es fundamental aventurarse fuera de nuestra zona de confort. Experimentar con nuevas técnicas y desafíos no solo enriquece nuestra perspectiva sino que también nos da herramientas para ver el mundo de maneras que nunca antes habíamos imaginado.

En cada click, hay una lección; en cada foto, una historia. Así que, ¿por qué no aventurarnos más allá de lo conocido? Al final del día, son esas experiencias las que nos definen y refuerzan nuestra pasión por el arte de capturar momentos.

Hasta el próximo post 📸🙌🏻